¿A quién puede considerársele como un verdadero amigo?

«Amigo, Javer» proviene de la palabra «conexión, Jibur». No me refiero a los amigos que se conectan con el fin de salir a pasar juntos un buen rato en algún club deportivo o en una taberna. En un grupo cabalístico se le llama amigo a alguien con el que yo me conecto con el fin de crear una deficiencia compartida de otorgamiento mutuo entre nosotros. A partir de allí yo aprenderé qué es la característica del otorgamiento.

Después que saber qué es la característica del otorgamiento, nosotros podemos ampliar nuestro Kli, vasija común, y profundizarla, buscar el poder más elevado dentro de la característica del otorgamiento mutuo que hemos descubierto. ¡Este avance nos une con los demás; alma con alma! Descubrimos que pertenecemos a un único sistema y que nuestras almas son cercanas una a la otra. Se trata de una conexión de las partes de una sola alma, y ​​por lo tanto nos encontramos juntos, por esta razón la Luz superior nos reunió en un grupo.

Yo no miro las caras, quién me agrada y quién no, de acuerdo a lo cual me alejaré o me acercaré a alguien. ¡Yo los acepto a todos! Si ha llegado, al parecer él es una parte del rompecabezas que está más cercano a nosotros. Sin él no podemos terminar el rompecabezas. Y con cada amigo que llega, nosotros ensamblamos cada vez más este rompecabezas, la estructura del alma colectiva.

A esto se le llama un amigo, alguien con quien conectamos nuestras almas y completamos el alma colectiva entre nosotros. Después de anular nuestro ego que nos separa y nos molesta para pegar las piezas de nuestro rompecabezas, podemos adherirnos entre nosotros. A esto se le llama un verdadero amigo.

Sin duda nosotros pasamos por ascensos y descensos, al ayudarnos unos a otros. Entiendo al amigo, siento cuando se cae y necesita ayuda, y también cuando yo me caigo, necesito su ayuda y apoyo. Todo está permitido, excepto el cinismo hacia el grupo y hacia el camino espiritual. Si algún tipo de estado de ánimo o el cinismo caen sobre él, esto ya es un problema. Pero las dificultades en el camino son inevitables y nosotros juntos las superamos; por lo tanto, somos llamados amigos.

Del blog Laitman.es